Actualmente estamos viviendo las consecuencias del deterioro que nuestro entorno ha sufrido a causa de las actividades intensivas de la explotación de los recursos naturales y el desarrollo industrial, el efecto de la emisión descontrolada de gases de invernadero a la atmosfera, la contaminación de los cuerpos de agua, la deforestación, etc.
Por ejemplo, los científicos de la OMS han explicado que las epidemias de las últimas décadas como el Sida, Ébola, Zika y el Covid19 se originaron por nuestra relación con los animales y por el cambio climático. “De esta forma, el origen de las enfermedades que han afectado a la humanidad han tenido como factor común a los animales, los cuales se han visto afectados por la deforestación, la agricultura y por su comercialización para el consumo, factores que en su conjunto, son fundamentales para la aparición de enfermedades infecciosas.”*
Lo anterior genera tensión entre la necesidad de proteger los ecosistemas y el ambiente, condición esencial para la supervivencia del planeta y todas sus formas de vida; y el desarrollo económico e industrial debido a su relevancia como herramientas de superación de la pobreza, para la inclusión socio económica y la generación de más y mejores oportunidades de vida para todas las personas, entre otras razones.
Es por eso que el desarrollo sostenible, incluyendo el desarrollo industrial sostenible, es la alternativa llamada a conciliar la satisfacción de las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de que las del futuro puedan atender sus propias necesidades. **
Ser sostenible es un desafío y una oportunidad para las industrias, en la medida en que exige transformaciones en su propósito, algunas veces incluso en su modelo de negocio, cambio de mentalidad en sus directivos y su cultura organizacional, adaptaciones tecnológicas y las inversiones que esto implica, entre otros elementos.
Como lo sostiene el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) “lejos de ser un lastre, la sostenibilidad es una oportunidad de negocio, permite a las empresas asegurar su continuidad y posicionamiento y las vuelve más eficientes y rentables.” En muchos países son los propios consumidores los que están impulsando la digitalización de productos y servicios con una demanda hasta ahora desconocida de transparencia en los procesos de producción. ***
"Lejos de ser un lastre, la sostenibilidad es una oportunidad de negocio, permite a las empresas asegurar su continuidad y posicionamiento y las vuelve más eficientes y rentables.”
Proponemos cinco acciones básicas para reducir el consumo de energía que las industrias de cualquier tamaño pueden implementar en su camino para ser sostenibles:
1. Adquirir equipos más eficientes en cuanto a iluminación, ventilación, climatización y refrigeración.
2. Realizar mantenimiento periódico de la infraestructura energética así como de aires acondicionados y sistemas de enfriamiento, etc.
3. Instalar sensores de movimiento para luces, interruptores visibles para garantizar que todos los trabajadores puedan controlar el consumo de luz y usar bombillas de bajo consumo.
4. Al momento de refrigerar utilizar gases refrigerantes con menor potencial de contaminación global, teniendo en cuenta que existen diferentes tipos de gases que tienen mayor o menor emisión de CO2.
5. Preferir equipos de producción diseñados para una elevada eficacia en la transmisión calorífica y eficiencia energética.
Me apasiona trabajar con temas relacionados con la sostenibilidad y responsabilidad social. He trabajado como experta en comunicaciones y en el diseño, implementación y evaluación de proyectos de desarrollo sostenible, internacionalización de empresas, transferencia tecnológica y agronegocios en instituciones de cooperación internacional y, desde el 2012, trabajo en Naturall Group apoyando a las industrias en su camino a la sostenibilidad.
Fuentes:
*América Digital y OMS.
** Definición tomada de Oxfam
*** BID
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